Pedacito de cielo

Una tarde como todas las tardes, el le invito a pasear y ella acepto.
Hace tiempo que eran amigos y se conocian muy bien.
Les gustaba sentarse frente al mar.
Se contaban cosas de cuando eran niños,
de los sueños que alguna vez tuvieron,
de los amores y desilusiones.
Y asi hablando y discutiendo estaban horas y horas .
Unas veces se reian de un chiste fome
y en otras compartian en silencio un chocolate.
Conversando caminaban por la playa.
A ella le gustaba escuchar el tronar de las olas al romperse
y a el, el susurro murmurante que seguia,
pero siempre terminaban sentandose en la misma banca bajo un farol apagado.
Un dia ella le dijo : Que la encantaba ese lugar, que era su pedacito de cielo.
El lo miro diciendo que para el , mas que un lugar, su pedacito de cielo eran las personas.
Ella como siempre le rebatio acaloradamente
¡ No, no ! Ese lugar era perfecto, el mar, la banca, el farol, todo.
Imposible no considerarlo su pedacito de cielo
y asi estuvieron platicando hasta que llego la noche.

Un dia, el viajo. Y esa tarde como todas las tardes,
ella volvio a sentarse en su banca frente al mar.
Todo era lo mismo, el mar, la brisa, el farol apagado sobre la misma banca de siempre,
Todo.
Pero ella se dio cuenta que su pedacito de cielo era EL.

Archivo 12/09/2005 poesiasalvaje.com